Escasa utilidad del índice masa corporal (IMC) en el diagnóstico de la obesidad. ¿Cuáles son las alternativas?

El índice de masa corporal (IMC) ha sido durante años el método predeterminado de consenso para evaluar si una persona tiene sobrepeso u obesidad, y todavía se usa ampliamente como métrica de control para la elegibilidad del tratamiento adelgazante, bien farmacológico o por cirugía bariátrica. 

 
Pero la creciente apreciación de las limitaciones del IMC está haciendo que muchos médicos consideren medidas alternativas de evaluación y clasificación de la obesidad que puedan definir mejor tanto la cantidad de adiposidad como su distribución en el cuerpo, un determinante importante de las consecuencias cardiometabólicas del exceso de grasa.

Las métricas alternativas incluyen la circunferencia de la cintura y/o la relación cintura-altura (WHtR por sus siglas en inglés: Waist-to-Height Ratio); métodos de formación de imágenes como tomografía computarizada (TC), imágenes por resonancia magnética (MRI) y absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA); e impedancia bioeléctrica para evaluar el
volumen y la ubicación de la grasa. Todos han hecho algunos avances en el estrecho control que el IMC ha tenido sobre la evaluación de la obesidad.

No obstante, el BMI está integrado en una amplia gama de pautas sobre el uso de medicamentos y cirugía, por eso, aunque sea imperfecto y no evalúe con exactitud la composición corporal, por ahora, no desaparecerá de la práctica clínica porque, después de todo, aunque sea una medida imperfecta de obesidad es un indicador indirecto de adiposidad.

El IMC se basa en el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de su altura en metros. Todo lo que necesita el saber es el peso, la altura y una calculadora. Existen diversas calculadoras automáticas en internet y en aplicaciones de smartphones para el cálculo del IMC.

Un IMC "saludable" se sitúa entre 18,5 y 24,9 kg/m  2 ; el sobrepeso entre 25-29,9 kg/m  2  y ≥ 30
kg/m  2  se considera que representa obesidad. 

El gran problema del IMC es su incapacidad para distinguir entre grasa y músculo porque solo depende del peso global y de la altura, es decir, no proporciona datos sobre la cantidad de tejido adiposo y su distribución corporal y, por tanto, no predice el riesgo cardiovascular individualizado.

En septiembre de 2022, el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención (NICE), que establece políticas para el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, publicó una extensa revisión de la literatura y, con base en la evidencia, manifestó que usar la relación cintura- altura así como el IMC ayudaría a dar una estimación práctica de la adiposidad central en adultos con un IMC inferior a 35 kg/m  2 . Esto, a su vez, ayudaría a los profesionales a evaluar y predecir los riesgos para la salud. La circunferencia de la cintura y el WHtR pueden convertirse en medidas estándar de adiposidad en la práctica clínica durante los próximos 5 a 10 años. 

WHtR (ICA) vs IMC

Un nuevo análisis mostró que dos índices que incorporan la circunferencia de la cintura y la altura, pero no el peso, mostraron una asociación más clara entre una mayor adiposidad y un mayor riesgo de hospitalización por insuficiencia cardíaca en comparación con el IMC solo.
No obstante, medir la circunferencia de la cintura no solo toma más tiempo, sino que requiere que el evaluador esté bien capacitado para saber dónde colocar la cinta métrica y asegurarse de que se mide en el mismo lugar en controles sucesivos. 
Otra limitación del perímetro de cintura y el WHtR o ICA (Índice Cintura / Altura en cm) es que no pueden diferenciar entre el tejido adiposo subcutáneo visceral y abdominal, que son muy diferentes en cuanto al riesgo cardiometabólico.

La relación cintura-altura (ICA) no es la respuesta definitiva. Las imágenes avanzadas para la distribución de la grasa corporal, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, proporcionan datos mucho más específicos y procesables tanto para la evaluación del riesgo como para la respuesta a la terapia. Hoy en día se recomiendan estas técnicas antes de admitir a un paciente para cirugía bariátrica. El gran problema es su elevado precio.
linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram